Somos un grupo de la materia Bioinformática y Rehabilitación Computacional de 6° año la carrera de Kinesiología de la U.B.A. Argentina, y a través de este blog buscamos reflexionar, intercambiar opiniones acerca del tema Tecnofilia y Tecnofobia, aunque ambos temas son antagónicos, buscar el equilibrio entre ambos es lo que nos lleva a plantearlos juntos en este blog. Las opiniones, comentarios y reflexiones sobre estos temas serán bienvenidos.
Los profesionales Opinan
Tecnofilia: una
Adicción Comportamental
La Tecnofilia se
relaciona estrechamente con las adicciones comportamentales.
Estas adicciones se vinculan con actividades heterogéneas, generalmente
agradables para el individuo, que no suponen el consumo de una sustancia
química. Los individuos que las padecen realizan una acción determinada en
forma permanente. Un ejemplo de adicción comportamental es la permanencia
ininterrumpida frente a la computadora u otros dispositivos que permitan al
individuo estar online. El sujeto no
puede interrumpir dicha conducta, lo cual le confiere su carácter adictivo.
Ante la interrupción sobreviene un nivel elevado de ansiedad que solo cede si
se retoma la conducta adictiva.
La adicción al uso de
Internet es frecuente y tiene lugar en poblaciones con diversas características
en todo el mundo. En la actualidad se la considera un problema de salud pública
debido a su magnitud y consecuencias. Como es de esperarse, la adicción a
Internet guarda una relación estrecha con la adicción al uso de dispositivos
como el teléfono móvil y los videojuegos. El paciente que presenta este cuadro
tiene una necesidad obsesiva de estar conectado a Internet. Los individuos más
afectados son de sexo masculino, jóvenes, de clase media en adelante y presentan
conocimientos sobre computación. La asociación con trastornos como la depresión,
la ansiedad y los disturbios atencionales es frecuente.
Como consecuencia del
uso abusivo de Internet se ve afectada la salud física, ya que pueden aparecer
trastornos posturales y oftalmológicos. Asimismo, puede afectarse la salud psíquica
debido a los síntomas de obsesividad, ansiedad y abstinencia que presenta el
paciente adicto. Además, se observará disfunción social ya que la conducta adictiva
representará un obstáculo para las relaciones interpersonales “reales”. La
disfunción académica resultará de la imposibilidad del paciente para
concentrarse en tareas que excedan el mundo virtual debido a la necesidad
imperiosa de chequear su correo electrónico, su perfil en una red social, etc. Además,
la habituación para realizar varias tareas al mismo tiempo disminuye la
capacidad para disfrutar.
Un trastorno que puede
asociarse con la adicción a Internet es la fobia social. En este caso, el
paciente puede tener un desempeño virtual aparentemente “normal” pero se
observa una disfunción interpersonal notoria en situaciones no virtuales. El
paciente con fobia social puede encontrar en la tecnología una vía de
interacción con el mundo que enmascara y refuerza su padecer, al favorecer aún
más el aislamiento. Otro trastorno de ansiedad para el que puede resultar
funcional la tecnofilia es el trastorno de pánico con agorafobia, ya que el
paciente puede recurrir al mundo virtual al encontrarse limitado para salir de
su hogar e interactuar con el afuera por miedo a padecer un ataque de pánico y
no recibir ayuda.
El diagnóstico de la
adicción a Internet en la práctica clínica no es sencillo debido a que el
paciente omite información sobre su comportamiento y no siente que el mismo
constituya una enfermedad. En general son los familiares quienes solicitan la
intervención profesional al notar el problema y no saber de qué modo proceder. Además,
los sistemas diagnósticos empleados en la actualidad no incluyen criterios para
su reconocimiento. De todos modos, se propuso la inclusión del “Trastorno de
Adicción a Internet” en la quinta adición del Manual Diagnóstico y Estadístico
de los Trastornos Mentales (DSM-IV), la herramienta diagnóstica más utilizada
en el ámbito psiquiátrico. Los criterios a considerar para identificar el
problema incluyen:
-
Preocupación por los juegos en Internet.
-
Síntomas de abstinencia ante el impedimento de navegar
por Internet.
-
Tolerancia, es decir, necesidad de pasar cada
vez más tiempo dedicado a Internet.
-
Intentos fallidos de controlar la utilización
de Internet.
-
Uso excesivo de Internet a pesar de conocer sus
consecuencias negativas.
-
Pérdida de intereses previos con excepción de
uso de Internet.
-
Utilización de juegos en Internet para mejorar
el estado de ánimo.
-
Omisión de información sobre la duración del
uso de Internet a allegados y profesionales.
-
Riesgo de pérdida o pérdida real de relaciones debido
al uso de Internet.
El tratamiento de los pacientes con adicciones
comportamentales se basa en la terapia cognitivo conductual (TCC). Esta
estrategia terapéutica es de duración breve y se centra en el problema actual.
Permite identificar conductas erróneas e indeseadas con el fin de modificarlas,
lograr que el paciente adquiera herramientas para controlar sus síntomas y, de
este modo, erradicarlos. También puede ser necesaria la complementación de la
TCC con el tratamiento psicofarmacológico, el cual será prescrito por un médico
psiquiatra.
Dra.
Daniela F. Roisman, Médica Psiquiatra
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